
El miedo como una herramienta.
Proponerse vivir con falta de miedo es, por supuesto, un diseño de vida imposible que niega nuestra realidad como seres humanos.
Tener miedo es perfectamente normal y pretender que es posible aislarlo completamente es inclinarnos por extremos que no necesitamos.
El miedo forma parte de nuestras reacciones desde tiempo inmemorial. Tener miedo ha representado para nosotros, a través de la historia, una de las mayores causas de retroceso y daño personal.
Por ello, lo que debemos entender que es posible es más bien convivir con el miedo. Es importante que aprendamos a vivir al lado de las dudas y la incertidumbre sin permitir que estas últimas alteren o perjudiquen nuestros proyectos de vida.
Por esta razón lo más conveniente es aprender a utilizar el miedo como una herramienta para mejorar y avanzar de manera personal. Si reconocemos todo aquello que nos atemoriza entonces podemos aprender qué es en realidad todo aquello que amamos, anhelamos y apreciamos.
Si efectivamente es el miedo lo que no te deja avanzar entonces revierte la situación y utilízalo para recordarte en todo momento por qué es importante amar y apreciar.